Servicios de salud esenciales – norma 2 sobre salud infantil: tratamiento de las enfermedades neonatales e infantiles
Los niños tienen acceso a servicios de salud prioritarios diseñados para abordar las principales causas de morbilidad y mortalidad neonatales e infantiles.
Acciones clave (deben leerse juntamente con las notas de orientación)
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Elaborar mensajes de educación sanitaria para alentar a la población afectada a acudir al médico en caso de cualquier enfermedad (fiebre, tos, diarrea, etc.) del recién nacido. Al elaborar los mensajes, tener en cuenta a los niños que no tienen a un adulto que los cuide (véase la norma 1 sobre sistemas de salud, nota de orientación 3).
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Prestar atención esencial de salud a todos los recién nacidos siguiendo las directrices de atención integrada del embarazo y del parto (IMPAC) cuando sea posible (véase la nota de orientación 1).
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Prestar atención de salud a los niños en los establecimientos sanitarios de primer nivel, aplicando, cuando sea posible, el protocolo nacional o las directrices de Atención Integrada de las Enfermedades Prevalentes de la Infancia (AIEPI) y de atención hospitalaria a los niños gravemente enfermos (véase la nota de orientación 2).
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Establecer un sistema estandarizado de emergencia para la evaluación y el triaje en todos los establecimientos sanitarios que atienden a niños enfermos, para garantizar que los casos urgentes sean tratados de inmediato (véase la nota de orientación 3).
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Velar por que se examine el estado nutricional de los niños que acuden a los servicios de salud y por que en caso necesario se los derive a los servicios de nutrición (véanse las normas 1-3 sobre tratamiento de la malnutrición aguda y las carencias de micronutrientes).
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Elaborar un protocolo para un tratamiento adecuado de casos para la difteria y la tos ferina en situaciones en que el riesgo de brotes de esas enfermedades es elevado (véase la nota de orientación 6).
- Poner a disposición medicamentos esenciales para el tratamiento de las enfermedades infantiles comunes, en dosis y composición adecuadas.
Indicadores clave (deben leerse juntamente con las notas de orientación)
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Todos los niños menores de 5 años con síntomas de paludismo han recibido un tratamiento antipalúdico eficaz dentro de las 24 horas del comienzo de los síntomas (véase Servicios de salud esenciales: norma 2 sobre control de enfermedades transmisibles).
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Todos los niños menores de 5 años que sufren de diarrea han recibido tanto sales orales de rehidratación como un suplemento de cinc (véase la nota de orientación 3).
- Todos los niños menores de 5 años que presentaban síntomas de neumonía recibieron antibióticos apropiados (véase la nota de orientación 5).
Notas de orientación
- Atención neonatal: de ser posible, todos los niños deben recibir al nacer atención profesional (preferentemente en un establecimiento sanitario), ser abrigados y alimentados pronta y exclusivamente con leche materna. Deben ser examinados para detectar cualquier problema, sobre todo de alimentación. Todos los recién nacidos enfermos deben ser examinados para detectar una posible septicemia o infección localizada.
- Atención Integrada a las Enfermedades Prevalentes de la Infancia (AIEPI): se trata de una estrategia integrada de la salud infantil focalizada en la atención a niños menores de 5 años en el primer nivel de atención. Cuando este enfoque se ha adoptado en un país y se han elaborado directrices clínicas adaptadas, es preciso incorporarlas a los protocolos estandarizados y capacitar a los profesionales de la salud en su aplicación.
- Triaje: las directrices relativas a la AIEPI y a la derivación pueden optimizarse si se utilizan en combinación con un triaje y un tratamiento rápidos. El triaje es la categorización de pacientes en grupos de diferente prioridad según sus necesidades de atención médica, sus probabilidades de supervivencia y los recursos disponibles. El personal clínico involucrado en la atención de niños enfermos debe ser capacitado para llevar a cabo una evaluación rápida usando las directrices sobre triaje, evaluación y tratamiento de emergencia (ETAT, por sus siglas en inglés).
- Tratamiento de la diarrea: los niños con diarrea deben ser tratados con sales de rehidratación oral de baja osmolalidad y recibir un suplemento de cinc. Las sales de rehidratación oral de baja osmolalidad abrevian la duración del episodio diarreico y reducen la necesidad de administrar al paciente fluido intravenoso.
- Tratamiento de la neumonía: los niños con tos deben ser examinados para determinar si respiran con rapidez y/o con dificultad y si hunden el pecho al respirar. Los que respiran con rapidez y/o dificultad deben recibir un antibiótico oral apropiado; los que presentan hundimiento del pecho deben ser derivados a un hospital.
- Brotes de tos ferina o difteria: los brotes de tos ferina son frecuentes en los desplazamientos de población. Normalmente se evita hacer campañas de vacunación en respuesta a un brote de tos ferina, ya que se teme que produzca efectos adversos entre los niños que ya habían sido inmunizados anteriormente con la vacuna DPT de pared entera. Sin embargo, un brote puede aprovecharse para paliar las omisiones de la inmunización sistemática. El tratamiento de casos incluye el tratamiento con antibióticos y el tratamiento profiláctico precoz de las personas que están en contacto con lactantes o mujeres embarazadas en el hogar. Los brotes de difteria son menos frecuentes pero constituyen siempre una amenaza para las poblaciones en condiciones de hacinamiento con bajo nivel de inmunización. Se han llevado a cabo campañas de inmunización masiva con tres dosis separadas de la vacuna en campamentos en respuesta a brotes de difteria. El tratamiento incluye la administración de antitoxina y antibióticos.